Desde que era niño, siempre soñé con ser presidente del Consejo Estudiantil. Recuerdo cómo veía a los presidentes anteriores y admiraba su capacidad de ayudar a los demás. En mi corazón de niño, creció el deseo de hacer lo mismo, de trabajar por los demás y de construir un mundo mejor, un lugar donde los niños nunca pierdan su sonrisa, esa sonrisa tan pura y sincera que refleja la esperanza. Ese sueño me ha acompañado desde entonces, y hoy, al asumir este cargo, siento que estoy dando un paso más para hacerlo realidad. Este cargo para mí significa la responsabilidad de servir y representar los intereses de todo ustedes.
Como bien dijo Madre Teresa de Calcuta: "El que no vive para servir, no sirve para vivir." Esta frase ha sido una guía en mi vida, y es con esta misma filosofía con la que asumo este honor. Mi principal objetivo no es solo representar, sino, sobre todo, servir con actitud, con acción, con compromiso. Quiero que mi legado sea precisamente eso: la actitud de servicio. No un liderazgo impuesto, sino un liderazgo que inspire a cada uno de ustedes a convertirse en líderes comprometidos con el bienestar colectivo.
Mis propuestas de campaña estuvieron pensadas desde el valor de la empatía, algo que, considero, falta en nuestra generación. Es importante que aprendamos a ponernos en el lugar del otro, a entender sus emociones y a ser más solidarios como comunidad. Esta campaña no se trata solo de actividades, sino de un mensaje: dejar atrás las divisiones y competir de manera sana, sin dañar a los demás. Los paralelos y cursos no deberían estar separados por rivalidades. Somos una sola unidad, un solo colegio, un solo curso. Si logramos trabajar juntos como equipo, como familia, podemos alcanzar cualquier meta y superar cualquier desafío.
Quiero aprovechar este espacio para expresar un profundo agradecimiento a cada uno de ustedes que confió en mí con su voto. Dios les pague porque sin su apoyo, sin su confianza, hoy no estaría aquí frente a ustedes. Este logro no es solo mío, es de todos nosotros.
A mi equipo de trabajo, mi más sincero agradecimiento. Les pido que sigamos adelante con el mismo entusiasmo, dedicación y compromiso. Cada actividad que realicemos tiene que reflejar lo mejor de nosotros mismos. Vamos a seguir trabajando con el corazón puesto en esta institución que tanto amamos.
A los padres de familia, gracias por su constante apoyo y por confiar en nosotros. A las autoridades, gracias por abrir espacios de diálogo y por hacer de nuestra voz un canal de comunicación. Y a nuestros docentes, quiero agradecerles por entender que ahora, además de ser un referente académico, también debo ser un referente de liderazgo y mediación para mis compañeros.
Quiero asegurarles que trabajaré con dedicación para cumplir con todas las promesas que hice. Mi compromiso con todos ustedes es firme, y sé que, con el apoyo de todos los miembros de la comunidad educativa, podremos llevar a cabo estas propuestas y muchas más. Estoy convencido de que, juntos, podemos hacer que nuestra escuela sea un lugar más inclusivo, participativo y lleno de energía positiva.
Por último, les quiero decir, con todo mi corazón, que nuestro trabajo no debe ser para el Consejo Estudiantil ni para mi persona, sino para esta noble institución que cada día cobra vida hacia el sur del espléndido Quito. Sigamos trabajando por ella, sigamos construyendo juntos el futuro que nos merecemos.
¡Muchas gracias!
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